Antes de mover un brazo o una pierna debo querer hacerlo, de esta manera mi intención se transforma en acción.
Y así es, el primer paso para solucionar cualquier situación compleja
en mi vida es QUERER HACERLO, de lo contrario daremos vueltas alrededor de
dicha situación sin lograr solucionar nada, solo conformándonos con “pañitos de
agua tibia” que a la larga lo único que hacen es que esa situación, que no es más
que energía acumulada por una emoción no resuelta, se vuelva incontrolable haciéndonos
caer cada vez desde una altura mayor.
Sé que en muchas ocasiones hemos querido cambiar algo que sentimos que
nos afecta de una manera negativa nuestra vida, ya sea un problema físico, económico,
psicológico, un problema de pareja, de trabajo, en fin, pero que al revisar lo único
que vemos es que no ha sucedido nada, y nos llenamos de justificaciones, de
frases como “que le hacemos, así soy yo”, o “para eso nací”, o “es que
pareciera que el mundo está en mi contra” o peor aún “ese es mi destino”, y
precisamente eso es lo que el famoso psiquiatra suizo Carl Jung ejemplifico
diciendo “hasta que lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente dirigirá
tu vida, y tú le llamaras destino”.
Y así damos vueltas y vueltas culpando al mundo, juzgando a la vida,
creyendo que somos héroes por soportar una existencia tan difícil cuando lo único
que somos es simplemente personas que lograron acomodarse muy bien a su dolor. Eso
y nada más.
¿Porque cree usted que no puede cambiar algo que siente que no le
aporta un bienestar? Y no nos vengamos con el cuento que si queremos hacerlo,
que estamos totalmente dispuestos a cambiarlo, a salir de ese bache, a salir de
esa mala situación, porque ni nosotros mismos nos lo creemos, porque si
realmente quisiéramos hacerlo simplemente lo haríamos dando ese primer paso, de
verdad QUERIENDO HACERLO, no auto engañándonos diciéndonos a nosotros mismos
que queremos hacerlo para al final no tomar cartas en el asunto, quedarnos en
nuestra comodidad y encima de todo, llenarnos de culpa a nivel inconsciente, y esa
culpa de verdad es brava, más brava que la culpa consciente (que realmente es
una artimaña de nuestro ego). Pero volvamos al tema, y le repito ¿porque cree
usted que no puede cambiar algo que siente que no le aporta un bienestar?, por
la simple razón que eso que usted quiere cambiar porque cree que no le aporta,
si le aporta, y eso que esa situación difícil le da a su vida es mucho más
importante para su inconsciente que lo que usted considera que necesita
realmente. Ahora usted se preguntara ¿pero si es tan importante y me aporta,
porque lo quiero cambiar?, porque eso no es un deseo, es una necesidad, algo
que usted en medio de su proceso de evolución necesita para avanzar, porque lo
que no puede cambiar, es decir eso que usted no puede soltar, es lo que erróneamente
su inconsciente dicta y su ego lo justifica diciendo o haciéndole creer a usted
que lo necesita. Un ejemplo claro de esto es una enfermedad o síntoma físico,
usted se enferma (lea con detenimiento, USTED se enferma, no escribí, a usted
lo enferman) y esa enfermedad obviamente le trae un malestar físico y
emocional, pero si revisa muy en el fondo esa enfermedad le aporta algo, quizá le
aporta atención de parte de los suyos, quizá le aporta un lugar en el mundo, un
título, un puesto que ocupar, y por eso su inconsciente al ver que eso de
alguna manera le sirve para sentirse “seguro” lo mantiene. Entonces,
conscientemente queremos cambiar pero inconscientemente no, y ¿Cómo hacemos
entonces para poder dar ese primer paso?, lo primero es de verdad querer
hacerlo y por medio de la observación de su situación darse cuenta de cuál es
el aporte, por incomodo que sea, que ese “problema” le trae a su vida, y a eso
si le podríamos llamar valentía, ese es el verdadero héroe, el que enfrenta el
origen incomodo de su falsa comodidad, el que se revisa por dentro sin culpar
ni juzgar al mundo, el que valientemente decide dar el primer paso.
Luis Giovanni Castañeda Ramírez
Terapeuta Transpersonal
Sesiones Terapéuticas, charlas y talleres enfocados al entendimiento
de la mente y comprensión de las emociones desde una perspectiva espiritual.