martes, 27 de agosto de 2019

TERAPIA TRANSPERSONAL: MÁS QUE UN MÉTODO, UN ENFOQUE DIFERENTE



La terapia Transpersonal, desde mi visión, es el enfoque que se le da a una serie de herramientas terapéuticas, todo sobre una base de reconocimiento espiritual. Es decir, más que un método, es la manera como se abordan determinados métodos de trabajo interior.
Mi trabajo con usted está enfocado a la observación, comprensión, responsabilidad y aceptación (no resignación) de determinadas situaciones que afectan su vida, como puntos de partida claves al momento de darles una  solución en la práctica.
¿Para qué es importante que observe?, para que pueda tomar acción en cambio de reaccionar ante una situación que le genere molestia.
¿Para qué es importante que comprenda?, para que se dé cuenta del aprendizaje y del tema concreto a trabajar que dicha situación le está mostrando.
¿Para qué es importante que se haga responsable?, para que no siga generando ese problema en su camino, al hacerse responsable comprendiendo que ese problema lo genero usted mismo con el fin de darse un mensaje, deja la necesidad de estar creándolo en su vida.
¿Para qué es importante que acepte?, para que fluya con lo que no puede controlar, la vida, y  así no tenga que crear tensiones innecesarias.
Cuando usted tiene presentes estos cuatro puntos al momento de hacer un trabajo interior, comienza a estar en la capacidad de generar una respuesta adecuada a la situación que le afecta, ya no va a pedir una solución ni a esperar a que alguien lo solucione por usted, sino que va a poder, desde su propia capacidad, gestionar cada aspecto de su vida, y es ahí cuando llega un valioso crecimiento personal y un necesario reconocimiento espiritual.
Si le interesa trabajar en la comprensión de cada una de sus situaciones puede contactarme al teléfono: 3204706267 o al correo electrónico: crterapiatranspersonal@gmail.com
Gracias.

Giovanni Castañeda
Terapeuta Transpersonal

jueves, 22 de agosto de 2019

DIME CUANTOS KILOS TIENES DE MÁS Y TE DIRE CUANTO MIEDO TIENES



Para muchas personas el espejo y la báscula se han convertido en objetos que atentan contra su salud emocional, tener unos kilos de más se ha convertido en un pecado.
Y ni siquiera es un tema que pase o se intente justificar desde el punto de vista de la salud física, que podría ser algo importante,  sino que se ha convertido más en un tema de aceptación social.
Pero no escribo esto para decretar  si subir de peso o bajar, si ser flaco o gordo, si ser esbelta o no este bien o sea lo correcto, pues eso a fin de cuentas solo son ideas, conceptos, puntos de vista y juicios, escribo este articulo para contarle a cerca de algunos puntos que quizá le resuenen al momento de aplicarlos a su situación en caso que esta este relacionada con el sobrepeso.
¿Por qué nos subimos de peso?, por comer o beber en exceso, por sedentarismo, por problemas glandulares dirían otros, pero eso y mucho más ya lo sabemos, lo hemos visto en muchos libros y programas de tv, ¿y que hacemos cuando queremos bajar esos kilitos de más?, ejercicio, dieta, cirugías, medicamentos, etc, pero en algún momento nos preguntamos ¿para que subí de peso?, o en algún momento decimos “¡antes de hacer dieta o recurrir a la cirugía o crearme una adicción al ejercicio, voy a revisar mis necesidades internas!”, pues por lo general no, porque no nos gusta hacernos responsables, es más fácil culpar a la genética, al trabajo sedentario o al vecino que puso un puesto de empanadas deliciosas frente a mi casa. Pero precisamente ahí esta la clave, en preguntarse el “¿para que?” antes que el “¿Por qué?”, pues al hacer esto vamos a darnos cuenta como por medio de esos kilitos de más estamos intentando solucionar algo que no es evidente, algo de lo que no somos, o no nos queremos hacer conscientes, una necesidad profunda, interna, una emoción que no ha sido gestionada adecuadamente.
Bien, todos somos un mundo totalmente diferente, por lo tanto afirmar que el sobre peso tiene una causa emocional especifica o única seria de mi parte irresponsable, pero si podemos revisar algunos puntos clave que quizá en cada caso nos puedan dar una guía para comenzar a desenmarañar la situación o el conflicto que la esta generando.
Como primer punto y quizá la emoción más recurrente relacionada con el sobrepeso es el miedo, ¿miedo a que?, al abandono, a la agresión, a la carencia etc, es decir, si en algún momento vivimos o recordamos de otra existencia, una emoción que nos hizo sentir (y me refiero a una percepción, no necesariamente a un hecho como tal) abandonados por alguien cercano o importante, que nos hizo sentir agredidos física o psicologicamente, que nos hizo sentir miedo a un futuro carente de alimento, de dinero, de afecto, pudimos haber creado una información de necesidad que necesita ser en algún momento atendida, por ejemplo, “mi hija se fue de casa dejándome sola y abandonada, ¿y cuantos años tiene su hija señora? 22, y ¿cuantos kilos tiene de sobre peso?, 22”, esta intentando suplir ese abandono “haciendose” otra hija en su mismo cuerpo, o por ejemplo, la madre de una niña con sobrepeso dice “me ponía hasta tres pantalones y dos chaquetas para que las golpizas de mi esposo no me dolieran tanto”  ¿Qué aprendió la niña? Que si estoy más gordita menos me va a doler, y sube de peso cuando siente una agresión por parte de un compañero en el colegio. Y así podríamos revisar muchos casos, situaciones en las cuales nosotros mismos subimos de peso para protegernos, para suplir una perdida o carencia, y hasta para ser “vistos”, por ejemplo en el caso de alguien rechazado por sus padres, pues “entre más grande más me ven”. Y si, las empanadas, el sedentarismo, los problemas glandulares influyen,  solo que eso no llego solo, nosotros mismos lo pusimos en frente en un afán de crear un escenario que nos permitiera subir de peso.
Otro aspecto a revisar, la culpa, esa que nos encanta, esa que nos da el permiso de agredirnos.
Un ejemplo, me como una hamburguesa con papas y gaseosa y unas cervezas encima, ¿Qué me engordó? No fue directamente o inicialmente la comida o la bebida, fue la culpa, porque cuando hago algo que me hace sentir culpable automáticamente genero un castigo, porque de esa manera le doy “fin” a la sensación tan incomoda de la culpa, es decir, por medio del castigo genero una solución a la culpa, y al hacerlo, al generarme un castigo para gestionar la culpa que obtuve por una acción que creí indebida, me pongo en una situación de inseguridad, y cuando me siento inseguro siento miedo, y cuando siento miedo necesito protegerme, y unos kilitos de más, grasa de más, me va a servir como escudo, como almohada que amortiguara el dolor al que posiblemente estaré haciendo frente.
Y por ultimo, y dejando muchos más puntos por tratar, quiero referirme a la “aceptación”, esa que tanto nos cuesta y que tan de moda y que tantas aplicaciones de celular, métodos físicos, dietas, ropa, etc, esta creando. Cuando no me acepto tal cual soy, estoy yendo en contra de la situación, y cuando hago esto genero tensión, y cuando genero tensión, necesito más fuerza y energía, ¿y de donde la saca mi cuerpo? De la grasa que acumulo, así de simple, el solo hecho de vernos al espejo, no aceptar el cuerpo que tenemos en el momento y decir cosas despectivas de nuestra apariencia física, nos pone vulnerables, nos hace sentir inseguros, y volvemos a lo mismo, ¿si me siento inseguro que hago?, protegerme ¿Cómo? Una manera fácil y rica podría ser subiendo de peso. Aceptación, no resignación, podría ser una clave para comenzar a hacer consciencia y dar solución a lo que queremos gestionar en nuestro cuerpo, comprender que nos movemos en la vida en base a necesidades, y que si por ejemplo tengo sobre peso, voy al nutricionista y me da una dieta estricta, y me levanto cada mañana pensando en dieta, vivo mi día pensando en dieta, me acuesto pensando en dieta, y hasta me sueño con la dieta, ¿Qué siente mi interior que se necesita? Pues dieta, ¿y que es lo primero que necesito para hacer dieta? Pues subir de peso, y ya esta, generamos o mantenemos esos kilos que no queremos.
Para terminar quiero anotar que para a mi modo de ver tener unos kilos de más no esta bien ni mal, solo es una situación, bajar de peso no es lo verdaderamente importante, lo que vale la pena en nuestra evolución y desarrollo como seres es hacer consciencia, comprender para que  me subí de peso, eso es lo que importa a fin de cuentas, aunque al hacer esto, ese “problema” con el peso comienza a aclararse, a mostrar vías de solución, ahí si la dieta o el ejercicio pueden comenzar a actuar eficazmente. 
Seamos coherentes, responsables, conscientes de nosotros mismos y nuestras necesidades y así no tendremos que echarnos cargas y vamos a tener el poder de quitarnos ese peso de encima.

GIOVANNI CASTAÑEDA
Terapeuta Transpersonal