Hace muchos
años encontré un libro del cual no recuerdo su nombre, pero recordaba que había
hecho una transcripción a mano, de un texto que encontré y me llamo
profundamente la atención. Este texto es la conversación que sostiene alguien
con la energía de una persona fallecida, charla que se dio gracias a la intuición
y a la desarrollada clariaudiencia del entrevistador, habilidades que no son
exclusividad de pocas personas, sino que por el contrario todos las poseemos,
solo que poco trabajamos en desarrollarlas.
La idea de
compartir después de tantos años esta “entrevista”, si así se puede llamar, no
es poner sobre la mesa un tema para ser debatido inclinándonos de un lado al
otro entre detractores y simpatizantes, no, la idea es generar simplemente un
cuestionamiento propio relacionado con la visión que usted tenga de eso que
llamamos “más allá”, la idea es que usted, por un momento, piense como ha sido
o como es su relación con este tema, algo que al aclararlo para usted mismo,
puede ayudarle a comprender y entrar en acción con el mundo que lo rodea de una
manera diferente.
Para efectos
de practicidad, vamos a llamar al clariaudiente o entrevistador, “persona”, y
al entrevistado “espíritu”.
Bien, aquí vamos
con esta particular charla:
PERSONA: ¿Por
qué no podemos verte?
ESPÍRITU:
Profundiza en el estudio.
P: ¿Eres
alguien que ha vivido como nosotros?
E: Si, ya
no.
P: ¿Cuándo terminemos
esta comunicación sigues existiendo?
E: Sigo
solo.
P: ¿Hay
muchos más seres que están en la misma situación que tú?
E: Sí.
P: ¿Todos
han vivido como nosotros?
E: No.
P: ¿Has
existido como otras formas de vida?
E: Sí.
P: ¿Hay
alguna parte de nuestro cuerpo, que viva como tú vives?
E: Del tuyo
no.
P: ¿Eres energía
pensante pura?
E: Sí.
P: ¿Quieres
estar siempre como ahora?
E: No si lo
consigo.
P: ¿Tienes
que trabajar por un cambio?
E: Sí.
P: ¿Sabes a
donde te lleva ese cambio?
E: No.
P: ¿Conoces
las etapas inmediatas?
E: Sí.
P: ¿En qué
sentido son mejores?
E: (no
responde)
P: ¿Te
angustia la pregunta?
E: Sí.
P: ¿Cuántos años
hace que has muerto?
E: 92.
P: ¿Desde
entonces permaneces como ahora?
E: No.
P: ¿Has
cambiado?
E: Sí.
P: ¿Qué significa
ese cambio?
E: No
materia.
P: ¿Estas
cada vez más lejos de la materia?
E: Sí.
P: ¿Cada vez
más puro?
E: Sí.
P: ¿Crees
que influye tu vida terrena en el futuro?
E: Sí.
P: Es decir,
¿Qué cuanto mejor lleves tu vida, más rápido avanzas?
E: No hay
regla común.
P: ¿Después
de la muerte se pasa a otras esferas?
E: Como tú
lo entiendes, no.
P: Habla de
grados o etapas en esa superación hasta que quieras.
E: Nosotros
marcamos nuestros propios límites.
P: ¿Se puede
ir adelantando tiempo en esta vida?
E: Sí.
P: ¿El alma
es quizá el esfuerzo por plastificar el sentimiento interior?
E: Si tú lo
crees así.
P: No, no lo
creo así.
E: Entonces
no será así.
La importancia
de observar, de revisar, de pensar y tratar de sentir desde nuestro interior,
como podrían ser las cosas fuera de lo obvio o lo evidente, como o qué es lo
que somos, que pasa al desencarnar, que pasa con nuestra mente o que es eso que
llamamos muerte, está directamente relacionada con la manera como planteas y
como experimentas tu existencia terrenal.
La espiritualidad,
para mí, no es una serie de reglas o decretos limitantes, sino la posibilidad
de trascender todo ello a partir de la manera como nosotros mismos la concebimos.
En pocas
palabras lo que quiero decirte es, arma tu propia visión de lo que es la
espiritualidad, y a partir de ahí, comienza a experimentarla.
Si te
interesa hablar sobre el tema, puedes escribirme.
GIOVANI
CASTAÑEDA
Terapeuta Transpersonal