domingo, 5 de julio de 2020

CONVERSANDO CON UN DESENCARNADO



Hace muchos años encontré un libro del cual no recuerdo su nombre, pero recordaba que había hecho una transcripción a mano, de un texto que encontré y me llamo profundamente la atención. Este texto es la conversación que sostiene alguien con la energía de una persona fallecida, charla que se dio gracias a la intuición y a la desarrollada clariaudiencia del entrevistador, habilidades que no son exclusividad de pocas personas, sino que por el contrario todos las poseemos, solo que poco trabajamos en desarrollarlas.
La idea de compartir después de tantos años esta “entrevista”, si así se puede llamar, no es poner sobre la mesa un tema para ser debatido inclinándonos de un lado al otro entre detractores y simpatizantes, no, la idea es generar simplemente un cuestionamiento propio relacionado con la visión que usted tenga de eso que llamamos “más allá”, la idea es que usted, por un momento, piense como ha sido o como es su relación con este tema, algo que al aclararlo para usted mismo, puede ayudarle a comprender y entrar en acción con el mundo que lo rodea de una manera diferente.
Para efectos de practicidad, vamos a llamar al clariaudiente o entrevistador, “persona”, y al entrevistado “espíritu”.
Bien, aquí vamos con esta particular charla:

PERSONA: ¿Por qué no podemos verte?
ESPÍRITU: Profundiza en el estudio.
P: ¿Eres alguien que ha vivido como nosotros?
E: Si, ya no.
P: ¿Cuándo terminemos esta comunicación sigues existiendo?
E: Sigo solo.
P: ¿Hay muchos más seres que están en la misma situación que tú?
E: Sí.
P: ¿Todos han vivido como nosotros?
E: No.
P: ¿Has existido como otras formas de vida?
E: Sí.
P: ¿Hay alguna parte de nuestro cuerpo, que viva como tú vives?
E: Del tuyo no.
P: ¿Eres energía pensante pura?
E: Sí.
P: ¿Quieres estar siempre como ahora?
E: No si lo consigo.
P: ¿Tienes que trabajar por un cambio?
E: Sí.
P: ¿Sabes a donde te lleva ese cambio?
E: No.
P: ¿Conoces las etapas inmediatas?
E: Sí.
P: ¿En qué sentido son mejores?
E: (no responde)
P: ¿Te angustia la pregunta?
E: Sí.
P: ¿Cuántos años hace que has muerto?
E: 92.
P: ¿Desde entonces permaneces como ahora?
E: No.
P: ¿Has cambiado?
E: Sí.
P: ¿Qué significa ese cambio?
E: No materia.
P: ¿Estas cada vez más lejos de la materia?
E: Sí.
P: ¿Cada vez más puro?
E: Sí.
P: ¿Crees que influye tu vida terrena en el futuro?
E: Sí.
P: Es decir, ¿Qué cuanto mejor lleves tu vida, más rápido avanzas?
E: No hay regla común.
P: ¿Después de la muerte se pasa a otras esferas?
E: Como tú lo entiendes, no.
P: Habla de grados o etapas en esa superación hasta que quieras.
E: Nosotros marcamos nuestros propios límites.
P: ¿Se puede ir adelantando tiempo en esta vida?
E: Sí.
P: ¿El alma es quizá el esfuerzo por plastificar el sentimiento interior?
E: Si tú lo crees así.
P: No, no lo creo así.
E: Entonces no será así.

La importancia de observar, de revisar, de pensar y tratar de sentir desde nuestro interior, como podrían ser las cosas fuera de lo obvio o lo evidente, como o qué es lo que somos, que pasa al desencarnar, que pasa con nuestra mente o que es eso que llamamos muerte, está directamente relacionada con la manera como planteas y como experimentas tu existencia terrenal.
La espiritualidad, para mí, no es una serie de reglas o decretos limitantes, sino la posibilidad de trascender todo ello a partir de la manera como nosotros mismos la concebimos.
En pocas palabras lo que quiero decirte es, arma tu propia visión de lo que es la espiritualidad, y a partir de ahí, comienza a experimentarla.

Si te interesa hablar sobre el tema, puedes escribirme.



GIOVANI CASTAÑEDA
Terapeuta Transpersonal