martes, 4 de septiembre de 2018

¿CÓMO EXPLICARIAS TU DEPRESIÓN?



Entrar en un estado depresivo no es estar triste ni estar molesto aunque quizá en la mayoría de los casos un estado depresivo incluye estas emociones, pero sin ser ellas en si las que lo definen.
Una depresión puede ser algo que juega con lo abstracto, algo que, así como biológica o psicológicamente es medianamente comprensible, puede ser casi imposible de explicar desde lo racional a otra persona que no la haya experimentado. ¿Cómo explicarle un color a un invidente de nacimiento?
Aquí en los terrenos de la mente y las emociones todo es subjetivo. Que su entorno, que un trauma, que la serotonina, que la dopamina…todo eso y mucho más son apenas pequeñas linternas que se intentan encender en medio de la absoluta oscuridad, porque realmente un estado depresivo va mucho más allá de una u otra teoría, es entrar, en todo el sentido de la palabra, en nuestro interior, es irse a tientas, a oscuras hacia nuestra propia sombra, es caer en nuestro propio abismo y no ver una sola manera de salir de ahí. Podemos gritar y patalear, sin que la depresión sea una pataleta, podemos llorar o desear morir sin que aun así esa posibilidad sea un alivio, porque en muchos casos tomamos en consideración opciones como la muerte para terminar sintiendo que ni aun ese ultimátum es algo que pueda aliviar, y cuando terminar con todo no da paz ¿Qué más podemos esperar?, es como someterse a ver mil opciones sin que una sola nos satisfaga.
La depresión es algo complejo, es un estado, pienso yo, a integrar y a comprender más que a eliminar, la depresión no es una, ella y el afectado son uno solo y así mismo son diferentes en cada caso. Una situación así incluye tanto lo mental como lo físico y emocional y por ende lo espiritual, porque aunque parezca paradójico, es ahí precisamente en ese hueco oscuro en donde nuestro espíritu tiene la posibilidad de manifestarse, es el escenario perfecto para su expresión, porque ahí en ese terreno ni el ego se salva, el también queda expuesto a pesar de ser él el responsable de la mayor parte del conflicto. Es aquí donde tocamos fondo y podemos dar chance a algo más allá de la falsa seguridad en la que diariamente nos envolvemos, falacia que nuestro ego monto y que nos anestesia ante cualquier impase. La depresión sea quizá eso, quitarse un poco de esa anestesia.
Por esto considero que es un terreno perfecto para la expresión espiritual, porque contrario a muchas teorías románticas, considero que los terrenos de la consciencia y la espiritualidad son difíciles de asimilar porque nos enfrentan con nosotros mismos como realmente somos. El que no ha visto a Dios cuando lo ve se asusta, dice la cultura popular.
Con este artículo quiero hacer una invitación a quienes tengan un ser cercano con depresión a que brinden su acompañamiento y sobretodo su comprensión libre de prejuicios. Una persona en un estado depresivo no es ni perezosa, ni aprovechada, ni mentirosa o débil, una persona con depresión es solo alguien con una oportunidad excepcional de trascendencia.
La depresión no es solo un tema que se incluye dentro de los mayores causales de suicidio o incapacidad laboral, sino una de las mayores oportunidades de trabajo y conocimiento de sí mismo, por eso esta invitación no es solo para los familiares o cercanos al afectado, sino para el deprimido en sí. ¿Usted esta o pasa por estados depresivos?, no los desaproveche, aunque sea tirado en la cama queriendo morir, vívalo, viva ese estado, no luche contra él porque puede terminar perdiendo, por el contario obsérvelo, intégrelo, reconózcase en esos momentos y se dará cuenta de cómo luego de esa ola de emociones que lo perturban llegan otras que le pueden ser beneficiosas para sus objetivos, porque si de algo me he dado cuenta con mi experiencia, no solo al trabajar con personas deprimidas, sino como alguien que ha vivido con ello, es que luego de un estado de depresión severa, llega una explosión de creatividad, es como el subir y bajar de una ola, porque todo es cíclico, solo que no lo queremos ver, y como alguien me dijo algún día “yo creo que si soy feliz, solo que no me doy cuenta”, la depresión es eso, la oportunidad para reconocer, quizá no la felicidad que para mí es algo más abstracto que la depresión, pero si la tranquilidad que habita en nuestro interior, porque no puede existir la una sin la otra, no podríamos reconocernos como depresivos sin haber experimentado lo contrario.


Luis Giovanni Castañeda Ramírez
Terapeuta Transpersonal
Procesos de desarrollo de consciencia, sesiones terapéuticas, charlas y talleres con un enfoque psicológico y espiritual.

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