Todos llegamos a este mundo con una tarea por desarrollar, esta tarea
va a determinar absolutamente todas las situaciones que vivamos en nuestra
vida, tanto las placenteras como las dolorosas. Dicha tarea la ponemos en marcha
a muy temprana edad gracias a una historia, a una vivencia en particular, pero
esa historia y los personajes que la conforman no fueron quienes pusieron esa
tarea en nosotros, no, no fueron nuestros ancestros, no fue nuestra familia, no
fue el entorno de nuestra infancia, nuestra gestación o nacimiento, simplemente
esa tarea ya la traíamos con nosotros cuando llegamos aquí, esa historia, esos
personajes, esas vivencias, esos ancestros o ese entorno, fueron las
herramientas que nosotros mismos elegimos para crear el escenario perfecto que
nos permitiera comenzar a desarrollarla.
Ahora bien, dicha historia que permitió activar, poner en marcha
nuestro propósito de vida, está ligada a unas emociones, a unas sensaciones y
sentimientos que son los que en la vida diaria de una manera u otra nos van a
afectar, porque en si la tarea no es la que molesta, porque incluso ella es
necesaria para poner en marcha nuestra vida en este plano de existencia, esa
tarea es como el botón de encendido de nuestro mundo.
Observar a fondo esas emociones y ubicar la historia a la que están ligadas,
nos permitirá reconocer con claridad nuestra tarea y comenzar a trabajar en
ella de una manera consciente minimizando el impacto que dichas emociones tienen
sobre nosotros, permitiéndonos por primera vez elegir libremente la manera como
queremos vivir, porque no hay una manera correcta o incorrecta de vivir,
simplemente todo pasa por una elección propia.
Esto es hacer consciencia, esto es crear alma, esto es hacernos
responsables sin señalar y sin juzgar, sin “lavarnos las manos”, esto es
comenzar a reconocernos verdaderamente, sin mascaras ni disfraces, para por fin comenzar a crear libremente
nuestra vida.
GIOVANNI CASTAÑEDA
Terapeuta Transpersonal
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